¿Qué tecnología de calefacción es la correcta para mi? ¿Gasóleo, gas o electricidad? Una comparación proporciona respuestas

Qué dispositivo es el más adecuado para cada aplicación de calefacción no siempre es tan fácil de saber cuando existe una amplia variedad de dispositivos. Por ello, queremos ofrecerle una visión general sobre cada una de las tecnologías y con ello también orientarle sobre cuál es la mejor solución de calefacción para usted. Se trata entonces de una guía en la que presentaremos en una comparación rápida el calefactor de gasóleo de infrarrojos, el calefactor de gas y el calefactor de gasóleo indirecto con chimenea además del calefactor eléctrico y el calefactor de infrarrojos.

Calefactores de gasóleo de infrarrojos

Los calefactores de gasóleo de infrarrojos son idóneos para espacios interiores bien ventilados donde el calor total generado está realmente disponible al 100 % de potencia. De este modo, por ejemplo, se pueden descongelar máquinas o tuberías, descongelar sistemas de calefacción ahorrando energía, secar trabajos de pintura o revestimientos de paredes y calentar zonas de trabajo de forma selectiva y sin corrientes de aire. Los calefactores de infrarrojos calientan directamente las zonas afectadas y no el aire ambiente.

Es importante saberlo

  • Además de calor, los calefactores de gasóleo de infrarrojos expulsan gases de escape de la combustión directamente al mismo espacio. Por eso mismo no son adecuados para espacios cerrados sin una buena ventilación (suministro de oxígeno) en caso de que haya personas o animales presentes.
  • Además producen durante la combustión adicionalmente alrededor de 1,6 kg de vapor de agua por cada litro de combustible, lo que los hace inadecuados para el secado de estructuras de vivienda.
  • En espacios donde exista peligro de incendio, en los que están almacenados materiales inflamables, no se deben usar calefactores de gasóleo de infrarrojos.

Calefactores de gas directos de 10 kW hasta 30 kW

Los calefactores de gas son recomendables para el uso en espacios interiores bien ventilados y en zonas exteriores cubiertas, donde el calor total generado está realmente disponible al 100 % de la potencia. Cuando se trata de calor instantáneo y asequible para la obra, el taller, el establo o el invernadero, no hay forma de evitar el calefactor de gas. El gas es una fuente de energía barata y, en combinación con los económicos sopladores calefactores de la serie TGH-E, es una de las soluciones más rentables para una calefacción instantánea eficaz.

Es importante saberlo

  • Además de calor, los sopladores calefactores de gas expulsan gases de escape de la combustión directamente al mismo espacio. Por eso mismo no son adecuados para espacios cerrados sin una buena ventilación en caso de que haya personas o animales presentes.
  • Asimismo en la combustión se producen aproximadamente 1,6 kg de vapor de agua por cada litro de combustible. Esto hace que los calefactores de gas directos no sean adecuados para el secado de obras. Si se usaran sopladores calefactores de gas para el secado de obras, en el peor de los casos, la obra quedaría más húmeda que antes.
  • En espacios donde exista peligro de incendio, por ejemplo, por el almacenamiento de materiales inflamables, tampoco se deben usar calefactores de gas.

Calefactores de gasóleo indirectos con chimenea de 20 kW hasta 375 kW

Para generar un calor limpio y seco sin que lleguen productos resultantes de la combustión ni vapor de agua al aire del ambiente, es necesario usar un calefactor indirecto (con chimenea). Los calefactores de gasóleo indirectos de la serie IDE son perfectos para recintos con una ventilación limitada pero donde suele haber personas y animales. También son una buena elección cuando se trata de acelerar el secado de obras, así como en habitaciones con peligro de incendios por la presencia de material inflamable.

Es importante saberlo

  • En los calefactores de gasóleo indirectos, el aire que se va a calentar está completamente separado de la cámara de combustión y se puede dirigir directamente o a través de tubos a los espacios pertinentes.
  • Los gases de escape de la combustión, por el contrario, se expulsan al exterior mediante la chimenea. Debido a ello, la eficiencia de la potencia de calefacción no es del 100 % como en los calefactores de gasóleo directos, sino de aproximadamente del 92 % al 95 %, puesto que una parte del aire caliente se pierde con los gases de escape por la chimenea.
  • Los calefactores indirectos son perfectos para espacios en los que se encuentren personas o animales y solamente haya una ventilación limitada.

Calefactores de gasóleo directos sin chimenea de 20 kW hasta 100 kW

Los calefactores de gasóleo directos son idóneos para su uso en el exterior, para calentar obras en el exterior, zonas agrícolas o en interiores bien ventilados, ya que proporcionan todo el calor que generan. Por ello, estos calefactores directos tampoco tienen chimenea, de aquí que este proceso también se denomine rendimiento del 100 %, ya que la potencia calorífica tiene un rendimiento del 100 %.

Es importante saberlo

  • En un sistema de calefacción directa, el soplador que expulsa el aire caliente también proporciona el aire de combustión.
  • Primero se pulveriza combustible en la cámara de combustión, se enciende y se quema. A continuación se mezclan los gases calientes con la corriente principal de aire del ventilador en una dosis exacta.
  • Además de calor, los calefactores directos expulsan gases de escape de la combustión directamente al mismo espacio. Por eso mismo no son adecuados para espacios cerrados sin una buena ventilación en caso de que haya personas o animales presentes.
  • Debido a que durante la combustión también se genera mucha humedad, los calefactores directos no deberían usarse nunca para el secado de obras.

Calefactores eléctricos (2 kW a 120 kW) y calefactores de infrarrojos (1200 W a 3.000 W)

Los sopladores de aire caliente eléctricos y los calefactores de infrarrojos son recomendables como una solución de calefacción segura, rápida y cómoda. Solo se necesita la toma de corriente pertinente y no hay más dificultades de manejo adicionales que con los calefactores de gas o gasóleo. Ofrecen una eficiencia del 100 % de la potencia de calefacción, igual que los sopladores calefactores de gas o gasóleo.

Es importante saberlo

  • Durante el funcionamiento no se producen ni gases de escape de la combustión ni vapor de agua y tampoco se consume oxígeno. Así no supone ningún problema usarlo en espacios donde haya personas o animales.
  • Los calefactores eléctricos se usan con frecuencia en proyectos de obras, en carpas, almacenes y talleres, barcos, estaciones de conmutación, establos, garajes y alojamientos provisionales. Los sopladores de aire caliente eléctricos son además adecuados para acelerar la deshumidificación en el secado de obras, ya que no liberan líquidos de condensación (vapor de agua). En el caso de los calefactores de infrarrojos se recomiendan los paneles calefactores de infrarrojos para el secado de obras.
  • Los calefactores eléctricos tienen, en función de las tarifas eléctricas, por lo general unos costes operativos más elevados por kW de potencia de calefacción que los calefactores de gasóleo o gas.

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