La pandemia del coronavirus ha provocado que el fraude y la organización criminal en el comercio de mascarillas se extienda por todo el mundo. A diario los medios informan sobre mascarillas de protección confiscadas que se producen con certificados en parte falsificados, con una calidad inferior y habitualmente en condiciones higiénicas catastróficas y, posteriormente se venden. En el caso de estas mascarillas, sin embargo, de ningún modo se trata de mascarillas que se ponen a la venta a través de algún mercado negro turbio. Según un informe de la autoridad policial Europol publicado en La Haya, las organizaciones criminales y las bandas organizadas han adaptado sus métodos con mucha rapidez. Así, las mascarillas falsificadas llegan a través de canales oficiales al comercio normal.
A primera vista parece simplemente fantástica; a falta de mascarilla higiénica, las podemos coser nosotros mismos y elegir el color y el diseño… ¡Y listo! Pero si la miras más de cerca, ya no es todo de color de rosa: lavar, lavar y volver a lavar y todo eso a 90°C, o esterilizarla al baño María durante 5 minutos. Antes del primer uso. Y antes de cada nuevo uso. Porque, de lo contrario, toda mascarilla se convierte en un auténtico nido de virus. No obstante, lavarla cada día cuesta mucha corriente y, a la larga, sale muy caro.
Las mascarillas quirúrgicas, así como las mascarillas respiratorias con filtros FFP 2 o FFP 3 (también, de forma comparable, las mascarillas respiratorias KN95, N95 y DS2) están experimentado una demanda inusitada debido a la expansión de la pandemia de coronavirus. Quien busca una mascarilla respiratoria en los buscadores habituales es inmediatamente bombardeado con mensajes sobre «mascarillas respiratorias ya disponibles» y, entretanto, incluso las gasolineras, establecimientos de materiales de construcción y, por supuesto, las farmacias, disponen de mascarillas en oferta. Así, podría dar la impresión de que las estrecheces de suministro de las últimas semanas y meses se han evaporado. Pero, ¿es esto cierto?
En la actualidad hay un intenso debate sobre si el uso generalizado de mascarillas respiratorias fuera de casa puede reducir el riesgo de infección significativamente. El uso de una mascarilla protectora en público no será obligatorio. Sin embargo, en el caso de Alemania, el gobierno y los estados federados recomiendan llevar una mascarilla protectora, especialmente en los medios de transporte públicos y al hacer la compra. Quien desee participar en el debate debe familiarizarse previamente con la información básica y el funcionamiento de las mascarillas respiratorias. ¿Hay distintos tipos de mascarillas protectoras? Y si es así, ¿cuáles? ¿Cuáles son las principales diferencias entre una mascarilla quirúrgica y una media mascarilla autofiltrante? ¿Debería fabricar o coser mi propia mascarilla?