En la oficina, un aire demasiado seco es el mayor enemigo de un clima sano. Las consecuencias las conocen todos los empleados: ojos irritados y enrojecidos que pican y a veces incluso arden, una piel seca desagradablemente tensa y mucosas secas que se convierten en puertas abiertas de par en par para gérmenes patógenos e infecciones de todo tipo. Esto se debe a que con una humedad reducida, disminuye el transporte de microorganismos y virus en las mucosas, ya que sus cilios se secan y dejan de desempeñar su función de limpieza.
Las fechas de los exámenes de selectividad se están estudiando en toda España. Múltiples Comunidades Autónomas han decidido aplazar estos exámenes a julio. Incluso los más optimistas saben que el coronavirus no habrá desaparecido para entonces. El objetivo es reducir el riesgo de contagio durante los diferentes exámenes. Y para ello, la humidificación profesional del aire ha demostrado ser uno de los mejores medios.
Además del coronavirus, los virus de la gripe también causan graves enfermedades respiratorias y al menos medio millón de muertes en todo el mundo cada año. Un nuevo estudio de la Universidad americana Yale demuestra la conexión entre la baja humedad y la propagación de los virus de la gripe. Un estudio del Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional de EE.UU. también confirma la correlación entre la humedad del aire y la infecciosidad de los virus que se expulsan al toser; y todo indica que esto también se aplica al coronavirus.